martes, 27 de noviembre de 2012

Primer Cuatrimestre del Maestrando


Graduation Cake Guy 
Foto por CarbonNYC                   (CC BY 2.0)

Han sido dos meses de duro trabajo, ¿escucho risas? La adquisición de conocimientos global es más que satisfactoria (ya parezco un profe), el resultado individual, me refiero por asignaturas, materias o lo que quiera sean, es también muy satisfactoria, pero un halo de insatisfacción sobrevuela sobre mi cabeza. Diría que de forma global estoy insatisfecho, pero ya he dicho que estoy contento con la adquisición de conocimientos, así pues, ¿qué es lo que ha fallado en estos dos meses? Me he dispuesto a hacer un somero análisis sobre cada una de las asignaturas para que así quede claro y retratado todo lo que allí ha sucedido, pero al final haré un breve resumen, sobretodo, para no faltar a la verdad por ser excesivamente crítico ni herir susceptibilidades.

Empecemos por el inicio de todo, y no hablo del universo listillos, hablo de las expectativas que tenía al inicio del máster. No entiendo, me hablo a mí mismo, esa pregunta ¿cuál puede ser la expectativa de un masterando? No veo una respuesta diferente de: espero un nivel superior ¿a qué? un nivel superior a la carrera, un nivel superior de materia, de materiales, de docentes, quiero que me den caña, de la buena, quiero aprender a un nivel superior al que he dado en la carrera. Aunque sea un máster profesionalizador, que me preparará para iniciarme como docente, ¿no sería ese el único pensamiento posible, la única expectativa, esperar algo más exigente? Me parte un rayo cuando oigo, y lo he escuchado muchas veces en estos dos meses, nos os preocupéis, con lo que habéis pagado no os vamos a poner trabas para aprobar (más o menos). No me joda profe, que ya tengo unos años, que todos somos licenciados (como decía aquella, algunos más que otros y con doctorado y todo, algunos entenderán esto), y además de filosofía, esto es, mí moral está por encima de todo, y aunque muy pragmático, me chirría esa frase. No me diga que me lo va a poner fácil pues quiero, al contrario, que sea exigente conmigo, que me lo ponga difícil, que me ayude a aprender y a mejorar. Y ya paro que me caliento.

Llegado hasta aquí he de confesar, ya me lo dijo algún compañero, casi colega, más rápido en esto de ojear lo que nos rodea, que me equivocaba, que sólo esperara el título y ya está, pero yo erre que erre durante dos meses, que casi desisto. Recuerdo, en la presentación, que el coordinador nos dijo algo así como: no desfallezcáis, le encontraréis sentido a todo lo que estáis haciendo al final, durante el camino todo os parecerá inconexo. Joder, lo clavó. Dos meses pensando que todo esto no tenía sentido y ahora, justo antes de empezar las prácticas, las cosas van tomando forma. ¿Espejismo o realidad? Quiero decir ¿han sido los docentes, el máster, los compañero o he sido yo? Es cuando hago ese análisis que comentaba al principio y veo que sí, que he aprendido de cada asignatura, en todas las materias, con todos (o casi todos) los docentes, y los que no, los que han sido tan malos, me han forzado a trabajar la materia individualmente, y esa investigación también ha sido fructífera. Es por lo que digo que, de forma global, todo esto está siendo muy satisfactorio.

En lo que sigue trataré de explicar mi experiencia, ya dentro de los contenidos propios del máster.